Rutina

Descripción

RUTINA
Eduardo Bravo
Madrid, octubre de 2018
ISBN: 978-84-946872-7-3
54 páginas, 12,5 x 19,5 cm.
Rústica con solapas
Colección POÉTICAS, 13
Precio: 10 euros (IVA incluido)

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EL AUTOR:

EDUARDO BRAVO (Madrid, 1975) es Licenciado en Derecho por ICADE. Como aficionado al ajedrez que es, ha ganado, en dos ocasiones, dos premios especiales de su categoría. En 2003, gracias a Participación Ciudadana de Rivas Vaciamadrid, publicó seis poemas (primerizos), en el libro colectivo Con voz propia. Ha acudido a Radio Vallecas (Poetas en el aire), en cuatro ocasiones. También, publicaciones en los diarios y suplementos: EL PAÍS, ABC, Alfa y Omega, 20Minutos, Babelia, etcétera. En 2017, en prosa, gana dos premios literarios, uno del diario EL PAÍS y otro del soporte digital LIBROTEA. Hasta la fecha son cuatro sus libros publicados: Ensayo de una vocación (2011), (quizá su mejor libro), Mientras tanto (2015), Nada es inocente (2016), libro, este último, que ha sido reseñado en la prestigiosa revista LEER y Luz a pesar de sombra (2017). Eduardo Bravo prefiere la cooperación a la lucha y sigue creyendo milagrosamente en el hombre. Su literatura, sencilla y directa, (nunca simple), parece reclamar un mundo más humano. Rutina es su último trabajo, su quinto libro, donde el poeta, aunque con tristeza y cierto escepticismo, le sigue sonriendo a la vida. La dirección de su blog literario (Poesía Libre) es la siguiente: www.poetaeduardobravo.blogspot.com

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EL LIBRO:

(Extracto de poemas)

UN POCO MÁS

Retirado
en la paz
de este jardín.
Frente a su estanque.
Escuchando su brisa,
ignoro el hecho
que he de volver.
Por eso
decido
quedarme
un poco más.

*

Aceptar la muerte,
llegar a viejo,
y echar
una mirada satisfecha
a toda mi vida,
con sus sombras,
con sus sombras,
con sus sombras,
sí,
también.

*

QUE ASÍ SEA

Yo iba para niño feliz
—que tampoco—
y acabé siendo
un intelectual.
La luz del mundo,
o,
por mejor decir,
su no-luz
me cegaron.
He conocido
la crueldad
de los hombres.
Con frecuencia,
he sido
malinterpretado
por mentes distintas
a la mía.
He conocido
el dolor.
También
hubo
momentos
amables.
Pero,
muchas veces,
me he sentido
solo
ante el mal hacer
de muchos hombres.
Es así.
Sin embargo,
sigo creyendo
en una redención
propia y ajena.
O sea,
que sigo esperando.
Y que así sea.